Eduardo Barreiros era originario de un pueblo Ourensano llamado Gundiás, perteneciente al municipio Nogueira de Ramuín.

En el año 1966, el empresario en un gesto de generosidad, cedió a los vecinos de su parroquia natal (San Miguel del Campo) tres tractores de su propia marca para el uso de las siete localidades que la integran: A Penela, Margurguete, Valdopereiro, Saceda, Nigueiroá, Cima de Vila, Toxedo y, por supuesto, Gundiás, su pueblo natal. Fue en esta última localidad donde se estipuló que debía construirse el galpón para albergar los vehículos donados.

Eduardo Barreiros ya era un prestigioso empresario con una larga trayectoria profesional en estos tiempos. La fábrica madrileña de Villaverde ya estaba en funcionamiento y en este momento, ya contaba con la Gran Cruz de la Orden al Mérito Civil.

Además, su marca ya contaba con el apoyo de la marca automovilística Chrysler.

Uso de los tractores

Fotografía de la ruta organizada por AGAMAC en 2018. Varios modelos de tractores Barreiros en la plaza dedicada al empresario en Gundiás.

Durante varias décadas, los tractores segaron, araron y fresaron prácticamente en todas las tierras de labor y los campos en los años inmediatos a la entrega.

Algunos de los vecinos eran los conductores y realizaban los trabajos, agrupando las labores por zonas.

Almacenamiento de los tractores

Los tractores y máquinas empleadas eran guardadas en una edificación de ladrillo y uralita, ocn suelo de tierra, en una finca.

Barreiros R545

Barreiros R545

El primer tractor en nacer es el modelo R-545 con el primitivo motor diésel EBH-l de 4 cilindros desarrollado por Eduardo con una potencia de 60 CV

Abandono

Desde hace años, tanto los tractores como las piezas y maquinaria entraron en un estado de abandono.

De los 3 tractores, dos fueron vendidos en su día para reemplazarlos por otros más modernos.

El tercero, se conserva en un pésimo estado de abandono: oxidado, sin piezas, cubierto de polvo y telarañas, carente de cualquier mínimo cuidado ni vigilancia.

Este abandono se puede justificar por el desuso y la erosión causada por lluvia, frío y viento, ya que el tejado de la edificación cuenta con varios agujeros.

En cualquier caso, el pésimo estado de esta máquina no es justificable, ya que tanto los vecinos, el ayuntamiento o cualquier otra administración podría facilmente hacer frente económicamente a los gastos de conservación de este tractor en un lugar adecuado.

Imágenes

Todas la fotografías de esta publiación han sido tomadas personalmente.